lunes, 22 de junio de 2020

En Pandemia educando a los niños: nuestra experiencia, algunos problemas y soluciones.


He agradecido muchas veces estar educando en casa a los niños por la pandemia de Covid-19, creo que no es necesario explicar por qué. Estar en casa la mayor parte del tiempo no es para nosotros algo tan desconocido, pero nos ha traído algunas complicaciones, a las que hemos tenido que hacer frente. Aquí les cuento algunas dificultades y cómo hacemos para solucionarlas.




Encierro


Para mí ha sido lo más difícil de enfrentar. En circunstancias normales salíamos mucho. Todas las mañanas empezábamos nuestras clases con una salida a trotar. Y en las tardes, los niños realizaban talleres. Estaban yendo a taller de teatro, de balonmano, mi hijo mayor estaba tomando clases de piano y también estábamos introduciéndonos en el mundo de los scout… Hasta que llegó la pandemia.

Obviamente nos costó adaptarnos, no tanto por la falta de ejercicio como por dejar de tener nuestros momentos de socialización –no sólo de los niños, sino míos también-, de ver a otro cara a cara, de compartir alguna conversación, de descansar de la rutina. Para qué hablar de ir a visitar a nuestros seres queridos, de los almuerzos familiares y todas esas cosas que eran parte cotidiana de nuestra vida y ya no.

De a poco logramos tomar el ritmo a vivir así, no acostumbrándonos, pero tratando de darle un sentido, una lógica. Entonces empecé a salir a caminar a diario con los niños (con mascarilla y distancia social obviamente), lo cual fue muy gratificante; llegábamos renovados por el sólo hecho de ver algo distinto a la casa y por el ejercicio que hacíamos. Pero cuando empezábamos a adaptarnos, decretaron cuarentena en la región donde vivimos. Y aquí estamos, tratando de tomar de nuevo el ritmo a vivir así.


Ejercicio


¡No podríamos sobrevivir a la cuarentena sin ejercicios! Por eso, los niños están practicando baile de lunes a viernes, con videos de youtube de Kidz Bop. Son canciones que bailan unos niños y eso lo hace más entretenido que videos de Zumba Kids, porque éstos son guiados por adultos. Del comienzo de la pandemia hasta ahora, mis hijos han aprendido muchos pasos de baile. ¡Además de hacer ejercicio, se han convertido en buenos bailarines!

Por mi parte, espero a que se duerman los niños para practicar un video muy bueno de Zumba que dura 15 minutos pero trabaja todo el cuerpo, activa la circulación y me deja transpirando. Está perfecto, porque dura muy poco y lo que menos me queda es tiempo. Me gusta que el ejercicio sea baile, me entretiene, porque si fuera aburrido, sé que me costaría más ser sistemática…

Y ojo, que para que el ejercicio resulte, debe ser sistemático y tener metas realistas, que pueden ir aumentando con el tiempo. Más vale hacer poco ejercicio que nada. Cuando uno se pone metas muy altas, lo más probable es que pronto deje de lado todo el ejercicio.


Aprender Inglés


Este año estábamos decididos a contratar un profesor para que enseñara inglés a los niños. Pero la pandemia cambió nuestros planes. ¿Qué más se puede hacer que tomárselo con calma y reinventar los planes? Como el idioma inglés es una herramienta importante para entregarle a los niños, decidimos intentarlo igual, pero de una manera lúdica acorde a las circunstancias. Entonces, elegimos algunas series de Netflix que les gustan (además de ser educativas) y ven un capítulo al día con audio y subtítulos en inglés. También compramos algunos cuentos en inglés y se los leo. Hacemos algunos juegos con vocabulario en algunas horas de comer, en que decimos palabras en inglés y ellos deben decirlas en español. Y una vez a la semana trabajamos vocabulario en inglés con textos.

 


Rutinas


Para nosotros una manera importante de sobrellevar el Homeschooling ha sido tener rutinas estables y claras, y se ha vuelto especialmente necesario ahora en época de pandemia y cuarentena. Tenemos horario para levantarnos, para realizar las clases académicas, para hacer ejercicio, para almorzar, ver televisión, jugar, cenar y acostarse. Pero sería de locos que todos los días fueran iguales, entonces hemos elegido ciertos días en que se hace algo distinto: los miércoles son noches de documentales, y los viernes y domingos tenemos noches de películas. Esto se ha transformado en algo especial para los niños; ellos anhelan que lleguen esos días, hay una espera, una ausencia de algo y cuando ese algo llega son más felices y lo aprecian más. Debo confesar que a mí también me encantan los días de documental y en especial los de películas, porque aprovechamos de regalonear y comer cosas ricas.


En general, puedo comentarles que los niños no parecen aburridos, es más parece faltarles el tiempo para todo lo que quieren hacer, han inventado nuevos juegos de roles y se entretienen mucho jugando juntos. A veces, cuando me lo permiten, jugamos algún juego de salón en las tardes o leemos algún cuento acurrucados.


Hemos preferido que las cosas que hacemos sean lo más entretenidas y menos forzadas posible. Especialmente en esta época de pandemia, que nos tiene a todos en un estado de atención, preocupación e incluso de existencialismo. Por eso hemos echado mano a la flexibilidad y creatividad tratando de tener una actitud positiva. Como diría el gran John Lennon en la canción “Watching the Wheels”, no hay problemas, sólo soluciones. Y en eso hemos trabajado día a día.