Cuántas veces hemos visto en libros y películas de ciencia ficción que las máquinas se vuelven en contra de los humanos, como en “Terminator”, o la novela “Yo, Robot” de Isaac Asimov, por nombrar algunas; pero a veces la ficción no es tan lejana a la realidad…
Si tratamos de situarnos como un observador externo que
desconoce esta época y recorremos las ciudades, probablemente nos llamaría
mucho la atención como en el tren o “la micro”, la mayor parte de la gente está
absorta en el celular; lo mismo sucede en un restaurant, o en una sala de espera
y aún peor en los recreos de los colegios.
Entonces, miro a toda esa gente que -cuando no hay nada que
hacer- ya no deja en libertad su pensamiento, encerrándose en un celular, “tablet”
u otra tecnología equivalente, y me da un poco de susto y repulsión. Esta
situación me recuerda al “video clip” del tema “Do the Evolution” de
Pearl Jam, donde unos hombres trabajando delante de unos computadores son absorbidos
por éstos, transformándose en esclavos de las máquinas.
Quizá las “máquinas” o la tecnología no nos ataquen física o
directamente como en la ciencia ficción, pero estamos dejando que lo hagan a
nivel neurológico y psicológico. Pasar varias horas al día frente a una
pantalla (de celular, televisión o computador) puede traer problemas, los que
afectan especialmente a los niños, debido a que su cerebro aún está en
formación:
Provoca Déficit Atencional
En el año 2010, la Academia Americana de Pediatría (AAP), concluyó
a través de estudios
científicos que la televisión y los
juegos de video, están asociados al desarrollo de problemas de atención en los
niños.
Exista o no el Trastorno de Déficit Atencional, este síntoma es el efecto más nombrado de la
exposición excesiva a las pantallas, que con su bombardeo de luces, colores y
sonidos, no permite desarrollar adecuadamente la atención ejecutiva, proceso
necesario para responder a las necesidades académicas, resultando en niños con
“déficit” de atención.
No deja tiempo para “soñar despiertos”:
El Dr. Luis M. Labath
de la “Asociación Educar para el Desarrollo Humano”, basado en estudios
científicos afirma que “soñar
despiertos” o “volarse” con el pensamiento tiene funciones importantes como
estimular la creatividad, ayudar a “superar escenarios de crisis con mayor
versatilidad” e incide también en la capacidad de crear juegos y de
entretenerse solos. Con el abuso de la tecnología, restamos oportunidades a nuestro cerebro para “soñar despiertos” y a
los beneficios que esto nos trae.
Reduce tiempo de Juego
La importancia del juego, según la UNICEF, radica en su
capacidad para ayudar a los niños a aprender y desarrollarse social, emocional,
física e intelectual- mente. Sin embargo, el poco tiempo para jugar con que
cuentan actualmente los niños entre las clases, las tareas, el estudio y las jornadas
escolares extensas, se ve aún más mermado por las horas de televisión,
computador o celular que están consumiendo éstos a diario. No se trata de que
los niños jueguen juegos de video, sino a los que ellos inventan con
creatividad e imaginación, utilizando sus cuerpos, y diversos materiales para
entretenerse.
Podríamos seguir nombrando una larga lista acerca de los
efectos negativos del exceso de tecnología de entretención como: el aumento de la obesidad por el
sedentarismo que implica estar muchas horas delante de las pantallas, la adicción provocada por el consumo de
esta tecnología, la relación entre las horas de exposición a ésta con el bajo rendimiento escolar, etc..
Si bien sabemos que el exceso de tecnología es perjudicial
para la salud psíquica, física y social, especialmente en los niños, aún no
vislumbramos los posibles efectos del bombardeo de tecnología a largo plazo.
Quién sabe que nos deparará el futuro: ¿un aumento de los trastornos mentales?,
¿el descenso en la creatividad de los humanos?, ¿el fin de la capacidad de
jugar en los niños?, ¿pandemia de TDAH?... Son muchos los posibles escenarios
de este “ataque tecnológico”.
Mejor comencemos ahora una revolución en contra del bombardeo
de la tecnología, influenciemos con nuestro ejemplo las conductas de nuestros
hijos, consumamos menos horas de televisión, celular, tablet, computador, etc.,
y también pongamos límites en el consumo de tecnología de nuestros hijos y así construiremos
la sociedad que queremos para el futuro.
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